El Salar de Uyuni es un desierto de sal continuo y alto del mundo, con una superficie de más de 10,000 km², ubicado en el suroeste de Bolivia, en el departamento de Potosí, a unos 3,650 metros sobre el nivel del mar. Formado por la evaporación de antiguos lagos, contiene reservas de sal y litio.
Este paisaje blanco y plano, que parece no tener fin, ofrece vistas impresionantes y efectos ópticos únicos, especialmente durante la temporada de lluvias (enero-marzo), cuando se convierte en un enorme espejo natural que refleja el cielo. En temporada seca (abril-diciembre), el suelo se cubre de patrones hexagonales de sal cristalizada, son meses de transición, y aunque pueden presentar una combinación de paisajes, no garantizan ni el efecto espejo ni la superficie completamente seca. Son ideales si buscas menos turistas y un clima más templado.
Para visitar el Salar de Uyuni, la cantidad de días recomendada depende del tipo de experiencia que busques. Es importante llevar ropa adecuada para el frío, ya que las temperaturas pueden descender por debajo de los 0 °C durante la noche, especialmente si se realiza un tour de varios días. Se recomienda vestir en capas: una primera capa térmica, una capa intermedia abrigadora y una chaqueta impermeable o cortaviento. No deben faltar los guantes, una bufanda, un gorro y unas zapatillas resistentes para caminar en terrenos de sal, tierra y agua. Es fundamental llevar lentes de sol, debido a la intensidad del sol en altura y el reflejo en la superficie blanca del salar.
El Salar de Uyuni se encuentra a unos 3,650 metros sobre el nivel del mar, por lo que algunos viajeros pueden experimentar mal de altura o “soroche”. Los síntomas más comunes son dolor de cabeza, mareos, náuseas, fatiga y falta de aire.
El salar de Uyuni se encuentra ubicado en el Altiplano, al sur de Bolivia, en el departamento de Potosí, en la provincia Daniel Campos y tiene como limite al oeste con Chile. Uyuni es una ciudad boliviana, desde donde parten los tours hacia el salar.
Visitar el Salar de Uyuni, en Bolivia, es una experiencia agradable, ya sea en cualquier época del año, pero el tipo de paisaje que verás varía según la temporada. Existen dos estaciones principales que ofrecen experiencias distintas: la temporada de lluvias y la temporada seca.
Durante los meses de enero a marzo, las lluvias convierten la superficie del salar en un espejo natural. Una fina capa de agua cubre el desierto de sal, reflejando el cielo, las nubes y los atardeceres con una perfección casi surrealista. Este fenómeno natural es uno de los más buscados por los viajeros y fotógrafos de todo el mundo.
La desventaja de ir en esta temporada es que algunas zonas pueden volverse inaccesibles por inundaciones, algunas atracciones pueden cerrarse como a Isla Incahuasi, también el terreno puede volverse más resbaloso y difícil de transitar.
Durante el invierno andino, el salar se presenta como un desierto blanco, firme y agrietado en patrones hexagonales naturales. El clima es seco y los cielos están completamente despejados, lo que permite explorar el salar a profundidad en vehículos 4x4 y visitar lugares emblemáticos como la Isla Incahuasi, el Hotel de Sal, el Cementerio de Trenes, y más.
La ventaja de ir en esta temporada es que se puede recorrer toda la extensión del salar sin restricciones, los tours acceden a más destinos dentro y fuera del salar y las condiciones son ideales para excursiones, fotografía del amanecer y las estrellas. La desventaja es que no hay efecto espejo y las temperaturas pueden ser muy bajas, especialmente en las madrugadas, las cueles pueden llegar hasta -15 °C.
Abril y noviembre son meses de transición, y aunque pueden presentar una combinación de paisajes, no garantizan ni el efecto espejo ni la superficie completamente seca. Son ideales si buscas menos turistas y un clima más templado.
Si buscas el famoso efecto espejo y no te importa perderte algunos lugares: viaja entre enero y marzo y si prefieres explorar más a fondo, caminar por la sal, visitar islas y tener cielos despejados: elige entre junio y septiembre.
Para visitar el Salar de Uyuni, la cantidad de días recomendada depende del tipo de experiencia que busques. Aquí tienes un resumen según las opciones más comunes:
Viajar al Salar de Uyuni es, en general, una experiencia segura y accesible para los turistas. Este destino recibe a miles de visitantes cada año y cuenta con operadores turísticos, guías y servicios orientados a garantizar una visita segura y cómoda.
Uno de los aspectos más importantes para una experiencia segura es contratar un tour con una agencia formal y con buenas referencias. En cuanto al clima, es fundamental saber que el Salar de Uyuni se encuentra a más de 3,600 metros sobre el nivel del mar. Por ello, es común experimentar síntomas de mal de altura, como dolor de cabeza o fatiga. El Salar de Uyuni es un destino seguro si se toman las precauciones adecuadas: elegir una agencia confiable, prepararse para la altitud y seguir las indicaciones del guía.
Sí, puedes alquilar un vehículo 4x4 en Uyuni y conducir hasta el salar, o contratar un taxi privado. También puedes ir caminando a ciertos puntos cercanos si solo deseas ver una parte del salar (como el borde), pero para explorarlo en profundidad y con seguridad, se requiere más logística. Ten en cuenta que el salar es un desierto blanco sin referencias visuales claras. Es muy fácil perderse sin un guía o GPS especializado, no hay estaciones de servicio, ni asistencia mecánica ni cobertura celular en muchas zonas del salar.
Por ese motivo se recomienda que vayas con guías locales, ya que conocen los puntos seguros, los tiempos adecuados para cruzar y cómo evitar zonas inundadas o peligrosas. Si solo deseas conocer la entrada al salar (por ejemplo, Colchani y alrededores), puedes ir en transporte público o taxi desde Uyuni.
Es importante llevar ropa adecuada para el frío, ya que las temperaturas pueden descender por debajo de los 0 °C durante la noche, especialmente si se realiza un tour de varios días. Se recomienda llevar ropa abrigadora. No deben faltar los guantes, una bufanda, un gorro y unas zapatillas resistentes para caminar en terrenos de sal, tierra y agua.
Debido a la intensidad del sol en altura y la reflexión en la superficie blanca del salar, es indispensable llevar gafas de sol, protector solar y bálsamo labial con filtro UV. También es útil llevar una botella de agua reutilizable, ya que la hidratación ayuda a prevenir el mal de altura.
El efectivo en moneda local (bolivianos). Además, se recomienda llevar snacks energéticos, papel higiénico o pañuelos húmedos, medicamentos personales y, de ser necesario, pastillas para el mal de altura.
Bolivia clasifica los países en tres grupos según sus requisitos de visado:
Grupo 1: sin visa previa (exención)
Grupo 2: visa a la llegada o en consulado
Grupo 3: visa previa obligatoria (solo en embajada o consulado)
Sí. El Salar de Uyuni se encuentra a unos 3,650 metros sobre el nivel del mar, por lo que algunos viajeros pueden experimentar mal de altura o “soroche”. Los síntomas más comunes son dolor de cabeza, mareos, náuseas, fatiga y falta de aire. Para prevenirlo, se recomienda aclimatarse en ciudades altas como La Paz o Uyuni, beber abundante agua, evitar esfuerzos físicos intensos y consumir infusiones de coca. También es útil llevar pastillas para el mal de altura y viajar con una agencia que cuente con oxígeno a bordo. Con estas precauciones, es posible disfrutar del salar sin complicaciones.
El alojamiento durante el tour al Salar de Uyuni varía según la duración y el tipo de servicio contratado. En un tour de un solo día, no se pernocta; el viaje parte por la mañana desde Uyuni y regresa al anochecer, por lo que los visitantes suelen dormir en hoteles u hostales dentro del mismo pueblo de Uyuni antes o después del recorrido.
En cambio, en los tours de 2 o 3 días, que son los más populares, se pernocta en pequeños pueblos a lo largo de la ruta. La primera noche suele pasarse en lugares como San Juan, Atulcha o Colcha K, donde muchos alojamientos están construidos con bloques de sal, conocidos como hoteles de sal. Estas estructuras ofrecen habitaciones simples, con servicios básicos que pueden incluir baño compartido o privado, según el tipo de tour (básico, estándar o superior).